En 1982, el presidente Ronald Reagan obsequió a la reina Isabel II con una edición especial Decade of Champions, el libro de retratos de Reeves. Los sujetos estrella de Reeves incluyeron a los caballos estándar Titan Hanover, Meadow Skipper, Nevele Pride, Adios, Speedy Somolli y Cardigan Bay y los pura sangre Nijinksy II, Northern Dancer y los once ganadores de la Triple Corona de pura sangre.

Reeves agregó una dimensión realista a lienzos que de otro modo serían bidimensionales al poner el mismo énfasis en los atributos físicos y las características psicológicas de sus modelos. Sin miedo a salir de su estudio, viajaba regularmente a pistas e instalaciones de entrenamiento para estudiar a sus sujetos de cuatro patas y hablar con sus dueños, entrenadores y conductores para comprender mejor la naturaleza de cada caballo. Sus retratos eran anatómicamente correctos, hasta el más mínimo detalle. 

Reeves consideró que la cabeza del caballo era la clave de sus pinturas, ya que era un indicador de espíritu y personalidad. Además de una pose de pie, observó a sus sujetos en movimiento para obtener información sobre la fuerza y debilidad de los cascos y las piernas. Durante sus visitas personales, tomaba notas y fotos, hacía bocetos y obtenía una muestra de color que coincidía exactamente con el pelaje del caballo, para luego volver a su estudio en Nueva Jersey.